Día de la Industria Farmacéutica

Enero 2020. La industria farmacéutica representa un sector que a nivel mundial produce y comercializa medicamentos para la salud humana y animal, cuyos avances han ayudado a erradicar y/o controlar enfermedades mortales como la viruela, la difteria, el tétano, la rabia y la fiebre amarilla, entre otras.

Diversos motivos han impulsado el desarrollo de nuevos medicamentos y procedimientos médicos relacionados con el aumento de la esperanza vida a 72 años según la Organización Mundial de la Salud; el incremento de enfermedades auto inmunes y terminales que han impulsado el uso de medicamentos especializados y de alto costo; el vencimiento de patentes, el aumento de medicamentos genéricos, el auge de la medicina alternativa con productos naturales y homeopáticos, así como los avances en innovación.

El peso de la industria mundial pronostica para el 2020 un crecimiento del 28,8%, respecto a 2018, año en el que alcanzó un valor de 1.11 mil millones de dólares en áreas relacionadas con la oncología, la neurociencia y el cuidado de la piel, según el informe Brand Finance publicado en 2019. Detrás de estas cifras, están los años de estudio y los recursos invertidos principalmente en países como Suiza, Alemania, Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que dominan la producción, investigación y comercialización de los fármacos en el mundo. Por ejemplo, cuando un medicamento llega al paciente, previamente han transcurrido diversas fases de investigación que pueden durar 10 a 12 años con un riesgo de fracaso; de hecho, sólo una de cada 10.000 moléculas que se investigan termina convertida en un tratamiento disponible para los pacientes.

En Colombia, siete de cada diez medicamentos son importados según la Cámara de la Industria Farmacéutica de la ANDI. La industria aporta un 0,5 al PIB según el DANE, destacándose empresas locales como Tecnoquímicas, Procaps y Lafrancol.

A pesar del auge de la industria, la falta de acceso a medicamentos representa un problema de salud pública mundial, ya que según la OMS, uno de cada tres pacientes no accede a los fármacos necesarios para llevar una vida digna. A esto se suma el alto costo de los medicamentos, la falta de infraestructura, la escasez de agua potable, la no preservación de la cadena de frío para almacenar los medicamentos de manera segura y la dispersión de las zonas geográficas, en especial las zonas rurales.