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    Los gritos no son la forma de educar a tu hijo

    como evitar los gritos
    Aunque estés cansada, tu situación en pareja no sea la mejor, tus problemas sean abrumadores o estés todo el tiempo escuchando la voz de la experiencia en tu mamá o en tu abuela, ten en cuenta que los gritos son el acto más poco razonable a la hora de educar a tu hijo.

    Está comprobado que los gritos en los niños generan un impacto negativo en su cerebro y en su desarrollo neurológico. El resultado será la liberación permanente y excesiva de cortisol, un niño estresado y en constante estado de alarma que no podrá responder con claridad a ninguna situación angustiosa. Además, la frustración y el miedo serán la base de su crecimiento.
    Los gritos no son la forma de educar a tu hijo

    Educar a tus hijos puede resultar agotador y frustrante en ocasiones. Lo más importante es que nunca pierdas el control, sigue estas estrategias para que eduques a tu hijo con respeto y ejemplo.

    Consejos 1

    Entiende y empatiza con tu hijo. Muéstrale cercanía, pregúntale e intenta ahondar qué hay detrás de su comportamiento.
    Consejos 1

    Si estás muy enfadado, reflexiona antes de actuar. Sal y toma un respiro, canaliza esa energía negativa pero no en tu hijo, claramente.
    Consejos 1

    Gritar es perder el control y definitivamente el instinto maternal no es partidario de esto. No esperes a pedir perdón. La calma siempre será la mejor aliada.
    Consejos 1

    Sé una guía para tu hijo, ayúdalo a que sea disciplinado, pero sin lastimarlo ni física ni verbalmente.
    Consejos 1

    Muéstrale y enséñale a tu hijo que la comunicación contigo no tiene ninguna relación con el dolor físico o emocional.
    Consejos 1

    Atiende su autoestima. Cuida su mundo emocional como un tesoro.
    Consejos 1

    Si no logras controlar los gritos busca ayuda psicológica. Acudir a un psicólogo no es sinónimo de que padezcas una enfermedad. Todo esfuerzo será valorado por él en el futuro.