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    Salud del corazón: ejercicio y dieta

    ¿Qué es el corazón?

    El corazón es un músculo que actúa como una bomba y es el encargado de hacer llegar la sangre rica en oxígeno a las diferentes partes del organismo. De esta forma se garantiza que todas las células del cuerpo humano reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento.

    ¿Qué se requiere para que el corazón funcione adecuadamente?

    El buen estado de las paredes del corazón, es decir un adecuado tono muscular.

    Una adecuada circulación de la sangre para que le permita fluir adecuadamente a través de las válvulas del corazón.

    Vasos sanguíneos limpios para garantizar el paso de la sangre y pulmones sanos que permitan que esta sea oxigenada.

    ¿Cómo mantener adecuadamente el corazón?

    Al igual que el motor de un carro, el correcto uso y mantenimiento que le des a tu corazón, va a depender su funcionamiento o a menos que exista una enfermedad de base que impida su adecuada operatividad; ésta dependerá de dos factores primordiales: dieta (entendiéndose como hábitos alimenticios) y ejercicio.

    En el caso de la ingesta de alimentos, no sobra decir que es vital una alimentación balanceada y rica en nutrientes; sin embargo, por nuestro ritmo de vida acelerado pocas veces prestamos la suficiente atención y tiempo a lo que comemos y cómo comemos.

    Aquí te damos algunos tips para tener en cuenta en tu alimentación y favorecer la salud de tu corazón:

    • Reduce las porciones y evita el sobrepeso.
    • Consume frutas y vegetales frescos, al menos cinco (5) porciones diarias.
    • Incluye en tus hábitos alimenticios, cereales integrales como arroz integral, avena, etc, que aporten un adecuado contenido de fibra insoluble a tu organismo, así como semillas de girasol, chía, linaza, entre otras.
    • Reduce al máximo el consumo de grasas saturadas (de origen animal) y grasas proinflamatorias (aceites vegetales ultra procesados), opta por opciones más saludables en la cocción de los alimentos como el aceite de oliva, el aceite de coco, etc.
    • Varía tu comida utilizando fuentes de proteína vegetal (lenteja, frijol, etc.) y animal baja en grasa.
    • Reduce la cantidad de sal y evita alimentos como embutidos, enlatados o encurtidos que tienen altas cantidades de este elemento.
    • ¡Diviértete! Crea menús semanales o mensuales en los que incluyas alimentos de todos los colores como una manera de garantizar el consumo óptimo de vitaminas, minerales y oligoelementos.
    • Dedica tiempo a comer.

    Así como la alimentación es fundamental para el funcionamiento del corazón, lo es la actividad física. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija gasto de energía. Es importante tener claro que conceptos como actividad física y ejercicio no son lo mismo, ya que este último es un tipo de actividad física planeado y estructurado, con el objetivo de mejorar o mantener alguno de los componentes de la aptitud física.

    Dentro de los beneficios que enumera la actividad física, según la OMS; están:

    1

    Reduce el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon.

    2

    Mejora la salud ósea y funcional, y es un determinante clave del gasto energético, y es por tanto fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso.

    Las recomendaciones de actividad física para que tenga un impacto a nivel cardiovascular son:

    1

    Si se es mayor de 60 años, siempre debes consultar con su médico antes de iniciar.

    2

    Empieza por lapsos de tiempos cortos y ve aumentándolos de forma progresiva. El corazón se beneficia con cantidades tan modestas como 60 minutos de actividad aeróbica moderada por semana.

    3

    Para obtener mayores beneficios de salud se recomienda realizar por lo menos 150 minutos (2 horas y media) de actividad aeróbica moderada o 75 minutos (1 hora y cuarto) de actividad aeróbica intensa por semana.

    4

    Cuando realices una actividad aeróbica, hazlo durante por lo menos 10 minutos seguidos. Distribuye la actividad física en el transcurso de la semana.

    Por último, no olvides que el estrés y no dormir bien afecta de forma negativa la salud cardiovascular; así que es importante buscar actividades que te relajen y descansa al menos 8 horas diarias.

    Laura Jimena Ospina
    Química Farmacéutica