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    Enfermedad tiroidea y embarazo

    Detección temprana: el camino para reducir el riesgo

    Hacer un diagnóstico temprano y empezar un tratamiento efectivo, son condiciones fundamentales para poder reducir los riesgos de manera considerable de desarrollar enfermedades tiroideas. Sin embargo, estos problemas suelen ser difíciles de diagnosticar ya que la producción de estas hormonas varía durante el embarazo; por ello, es importante tener controles periódicos y rigurosos con un profesional de la salud.

    ¿Cómo proteger la salud de la madre y del bebé cuando se padece de una enfermedad tiroidea?

    Las enfermedades tiroideas pueden afectar negativamente el embarazo y ocasionar problemas que pongan en riesgo la vida del bebé y de la madre, debido a que estas mismas, controlan el funcionamiento de distintos órganos y durante el embarazo, son fundamentales para el desarrollo del cerebro y sistema nervioso del bebé. Hay que tener en cuenta que durante los primeros tres meses este depende completamente de las hormonas tiroideas de la madre, y es hasta la semana 20 de gestación, que comienza a producir sus propias hormonas.

    Hipertiroidismo e hipotiroidismo: las enfermedades más comunes

    Entre las enfermedades tiroideas más comunes están el hipertiroidismo y el hipotiroidismo , y aunque su nombre es muy parecido, hacen referencia a dos condiciones médicas diferentes:

    HipotiroidismoHipertiroidismo
    La glándula tiroides no produce la cantidad de hormonas suficientes. La glándula tiroides produce muchas más hormonas de las que el cuerpo necesita.
    ¿Cuándo es necesario un tratamiento?

    Cuando se presenta una enfermedad tiroidea leve no es necesario hacer un tratamiento, pero es importante asistir a controles periódicos para verificar el buen desarrollo del bebé y la salud de la madre.

    En caso de enfermedad tiroidea grave es necesario el control con medicamentos bajo prescripción médica. Una vez nace el bebé, se le practican exámenes para verificar el funcionamiento de su tiroides y se hace seguimiento a la madre, se evalúa si es necesario seguir con el tratamiento, o si debe ajustarse la dosis.

    Siempre es importante que sea el profesional médico especializado el que determine la necesidad del tratamiento, así como el tipo y duración de este.

    Para un correcto funcionamiento de la tiroides se pueden seguir algunos consejos:

    Recurrir a una dieta rica en yodo: este se puede encontrar en algunas frutas como la piña, fresa y cítricos, así como en pescados y mariscos, en cereales como el centeno y la avena, productos lácteos y huevos.
    En caso de tener hipertiroidismo es necesario disminuir o evitar el consumo de alimentos que contengan yodo.
    Una recomendación importante si se toman vitaminas para el embarazo (normalmente tienen hierro), se deben ingerir con 2 ó 3 horas de diferencia con los medicamentos para el hipotiroidismo (en caso de que hayan sido prescritos por el médico), ya que el hierro interfiere con la absorción de la hormona tiroidea y podría no cumplir la función de manera idónea.
    El ejercicio y la actividad física no se deben dejar de lado.

    No olvides siempre guiarte por lo que indique tu médico de confianza ya que son los únicos autorizados para recetar medicamentos y tratamientos, acordes con la condición de cada paciente, además una intervención temprana puede evitar secuelas de por vida para el bebé y la madre.

    Referencias
    • Hidalgo, S., 2013. Trastornos tiroideos en el embarazo. Revista Médica Clínica Los Condes, [online] 24(5), pp.761-767. Disponible en: [Consultado el 17 de enero de 2021]
    •Stanfordchildrens.org.2017. Stanford Children's Health. [online] Disponible en: [Consultado el 17 enero de 2021].